De pequeño me encantaban los libros de Tintín, no sabría explicarlo pero tenían algo especial. De casa de mis padres rescaté varios libros, y ahora se los leo a mi hijo pequeño por las noches antes de irse a dormir, le encantan. Y a mi me encanta también leérselos, recordar diálogos, imágenes y ver como tras un rato, poco a poco va entornando los ojos, y se va durmiendo mientras le sigo leyendo cada vez más bajito.
Uno de los últimos que le he leído es "Objetivo: La Luna", que simboliza un poco mi próximo objetivo: bajar de los 70 kg's. Sin duda hacer un cohete para viajar a la luna es mucho más bonito y "glamouroso", pero es lo que toca ahora para llegar al Half Challenge de Calella en buenas condiciones, físicas y mentales. Estar más ligero no sólo ayuda a correr más y más rápido, también hace que tu cabeza también lo quiera hacer, por lo menos es lo que a mi me pasa. Hemos comenzado a construir el cohete, hemos hecho los planos y estamos colocando las primeras piezas, pero ahora mismo estamos a años luz de llegar a la Luna.
El año pasado me quedé cerca del objetivo, llegué a la prueba con 74 kg's. Hasta ese peso me es relativamente fácil llegar, pero a partir de ahí es como picar piedra, y hace falta darle una vuelta de tuerca a la dieta sobre todo para conseguir bajar de ahí, lo tengo empíricamente comprobado. De enero a Mayo hice dieta y muchas horas de entreno, pero no la hice estricta, sobre todo el fin de semana. A parte de que esos días uno se sale de la rutina diaria y cuesta más seguir las reglas del juego, en mi caso tanto Sábados como Domingos acumulaba varias horas de entreno, especialmente si hacía una salida larga en bici, y eso hacía que cuando llegara a casa me fuera directo a la nevera, cual Atila, a arrasar a las hordas de alimentos que encontraba a mi paso. El ángel bueno me intentaba frenar, "no eso engorda mucho, aprovecha el entreno realizado", pero el diablillo malo lo acababa estrangulando mientras gritaba como un loco "me lo merezco!".
De base voy a usar la dieta que me hizo un nutricionista hace dos años y que me dio muy buen resultado la primera vez que la hice, no me descubrió nada nuevo, pero me enseño a comer, SI, a mi edad. Y dirás, porque no lo haces siempre?, pues porque como a todo el mundo me gusta comer!.
Espero haber aprendido la lección, mira que he tenido años para aprenderla, y controlar más la dieta durante toda la semana y ser más constante. A partir de ahora tocará abrir la nevera como si fuera un torero, y hacer un movimiento acompasado al abrirla como si diéramos un capotazo, aguantando los embites de las salchichas, los embutidos y el queso, mientras las verduras y la fruta gritan "OOOOLEEEEE!!".
Hay una segunda parte de esta historia de Tintin: "Aterrizaje en la Luna", no sé si llegaremos, por lo pronto despegamos.....
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