martes, 31 de diciembre de 2013

Once, When I Was Little...

Antes de dar de alta recientemente el blog, ya tenía guardado en el borrador del bloc de notas de mi cabeza varios artículos, todos inconclusos. Pero esta entrada de hoy me ha venido a la mente mientras jugaba con mis hijos a un juego que se acababan de inventar, "pistoleros espías". Ver la inocencia que tienen, sobre todo la del más pequeño, y la cara de felicidad jugando a una cosa tan aparentemente tonta, con reglas inventadas sobre la marcha, sin ningún tipo de argumento ni sentido, me ha hecho recordar una preciosa canción de James Morrison, llamada "Once, When I Was Little", que habla sobre la perdida de la inocencia. A medida que nos vamos haciendo mayores, dejamos de creer en la magia, dejamos de creer que todo es posible, se nos agria el carácter y nos da por poner normas a todo.

Hacerse mayor y perder la inocencia es una mierda, pero por suerte uno puede volver a vivir la vida a través de sus hijos y sentir, aunque sea por unos momentos lo que sentía cuando era pequeño, que todo es posible, que hay un mundo para explorar que no tiene fin, que la vida es un lienzo en el que podemos pintar lo que queramos. Como dice la letra, "podíamos construir un cohete, volar a la luna partiendo el martes por la mañana y estar de vuelta al mediodía".

En el disco duro de mi cerebro, tengo guardado un recuerdo de mis hijos cuando eran más pequeños y podía aguantar el peso de los dos en cada una de mis rodillas, escuchando está canción en el ordenador. Lo recuerdo como un momento de felicidad, de aquellos que quieres guardar para siempre, que cuando los evocas, se dibuja una enorme sonrisa en tu mente.


Merece la pena que perdáis un momento en leer la letra, es muy bonita y por un momento os sentiréis transportados a los sentimientos de vuestra niñez. Aquí podéis encontrar la letra original y su traducción.


Once, When I Was Little...

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